«EL ARTE DE LA GUERRA»
El megajuego de guerra
«Trident Juncture 2018»
Desembarcando
desde diversos medios de transporte, incluyendo helicópteros del buque de
asalto anfibio USS Iwo Jima, marines estadounidenses
“securizaron” el aeropuerto de Keflavik, en Islandia, al que llegaron
desde la base aérea de Sigonella [en Italia] varios aviones Poseidon
P-8A de guerra contra submarinos. Así comenzó, el 17 de
octubre, el ejercicio de la OTAN Trident Juncture 2018, cuya
fase principal se desarrolla del 25 de octubre al 7 de noviembre en el
centro y el este de Noruega así como en las áreas adyacentes del
Atlántico Norte (hasta Islandia) y del Mar Báltico (incluyendo el
espacio aéreo de Suecia y el de Finlandia).
Participan
en Trident Juncture 2018 las fuerzas armadas de los
29 países miembros de la OTAN y las de 2 países asociados:
Suecia y Finlandia. Tomarán parte, en total, unos
50 000 hombres, 65 grandes buques, 250 aviones,
10 000 tanques y otros vehículos militares. Si se pusieran
uno detrás del otro, todo eso formaría una fila de 92 kilómetros.
Como
comandante de Trident Juncture 2018, uno de los mayores “juegos
de guerra” de los últimos años, figura el almirante [estadounidense]
James Foggo. Designado por el Pentágono, al igual que
sus predecesores, el almirante Foggo tiene simultáneamente bajo
sus órdenes el Mando de la Fuerza Conjunta (JFC Naples), cuyo cuartel
general está en Nápoles (Italia); las Fuerzas Navales de
Estados Unidos en Europa y las Fuerzas Navales de Estados Unidos
para África, con cuartel general en Nápoles Capodichino.
Este almirante dirige el ejercicio Trident Juncture 2018 desde
el USS Mount Whitney, buque almirante de la Sexta Flota
estadounidense, transferido de Gaeta (Italia) al Atlántico Norte. El USS
Mount Whitney es un cuartel general conectado a la red global de
mando y control del Pentágono.
Todo
esto confirma el papel fundamental de los centros de mando y bases militares
que Estados Unidos y la OTAN mantienen en Italia.
Su importancia es vital, no sólo para la región del Mediterráneo sino
para toda el «área de responsabilidad» del Comandante Supremo de las
Fuerzas de la OTAN en Europa, cargo que siempre ocupa un general
estadounidense –actualmente el general Curtis Scaparrotti– designado
directamente por el presidente de Estados Unidos. Esta «área de
responsabilidad», a partir del año 2002, «se ha extendido para
cubrir todas las operaciones de la OTAN, independientemente de su
localización geográfica».
El
objetivo oficial de Trident Juncture 2018 es «garantizar
que las fuerzas de la OTAN estén listas para responder ante cualquier
amenaza, sin importar de qué dirección venga».
Pero
basta ojeada al mapa para comprobar que ese maxi ejercicio militar apunta
a una dirección única: hacia el este, contra Rusia. Después de las
dos guerras mundiales contra los submarinos nazis y de la guerra fría
contra los submarinos soviéticos, el almirante Foggo proclama que ha
comenzado la «cuarta batalla del Atlántico». Esta vez el enemigo
sería Rusia, nueva «potencia marítima agresiva», cuyos «submarinos
cada vez más sofisticados amenazan la capacidad de la OTAN para
ejercer el control marítimo en el Atlántico Norte y,
por consiguiente, las líneas de comunicación marítima entre
Estados Unidos y Europa».
Invirtiendo
los hechos, el almirante Foggo sostiene que Rusia «desafía la presencia
de Estados Unidos y de la OTAN» no sólo en el Atlántico
sino también «en el Mar Báltico y en el Mar Negro», o sea
¡en los mares adyacentes de la Rusia europea!
Esto
nos lleva a descubrir la otra finalidad, aparte de la finalidad militar, del
megaejercicio Trident Juncture 2018. Es una enorme PsyOp(operación
psicológica) que alimenta la idea de que Europa se halla bajo la
amenaza de una Rusia cada vez más agresiva. En Suecia, país asociado
a la OTAN, se entregó a 4,8 millones de familias un manual de
supervivencia sobre cómo prepararse para la guerra, donde se explica desde
cómo acumular reservas de víveres y de otras cosas esenciales hasta cómo
comportarse cuando suenen las sirenas de alerta anunciando el ataque ruso.
La OTAN allana así el camino para la incorporación total de Suecia,
que solía ser un Estado «neutral».
il manifesto, 24 de octubre de 2018
Traducción:
Réseau Voltaire
NO WAR NO NATO
Manlio Dinucci
Geógrafo y politólogo. Últimas obras publicadas: : Laboratorio di geografia, Zanichelli 2014 ; Diario di viaggio, Zanichelli 2017 ; L’arte della guerra / Annali della strategia Usa/Nato 1990-2016, Zambon 2016, Guerra Nucleare. Il Giorno Prima 2017; Diario di guerra Asterios Editores 2018.
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